Se apagan las luces, se corre el telón, ya suenan los primeros acordes y el público vuelve a su estado más primitivo. Podemos olvidar por un momento quiénes somos o cómo hemos llegado hasta allí, simplemente nos dejamos llevar. Comienza el concierto y promete ser inolvidable. Porque sentir la música completamente desnuda, distinguir la crudeza de cada nota es lo que nos mueve, lo que nos hace brincar desenfrenadamente e impulsa nuestras cervicales al ritmo de la percusión. Lo único que nos importa entonces es sentir la conexión entre la banda y nosotros, transformando en escalofrío cada rasgueo de cuerda, cada golpe de baqueta y cada sonido que sale empujado por los conos de los altavoces. La música está viva.
En somosamarilloelectrico te contaremos nuestra opinión de lo vivido en primera persona como un espectador más y además, lo documentaremos con imágenes, uniendo así las dos pasiones de las personas que hacemos este blog: Música y Fotografía.
Así que sólo nos queda recordar que si en algún bolo ves a alguien con una chapa de somosamarilloelectrico, al día siguiente podrás entrar aquí y revivir lo sucedido en la noche anterior.
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