02.07.14 El Gran Café, León.
Marwan
se cuelga la guitarra y ‘Como decirte’ seguida de ‘Animales’ y ‘Mi columpio’ son
los temas encargados de abrir el concierto. Las baladas entran despacio pero
fuerte y el público (más concretamente el femenino) empieza el balanceo de sus
cuerpos metiéndose de lleno en las melodías, viviendo cada letra,
identificándose en cada frase. El ambiente gusta, el cantautor lo sabe, y decide
seguir en esa tesitura. Pero antes improvisa un pequeño monólogo arrancando las
carcajadas de los asistentes. Esto hace un paréntesis en la atmósfera de
silencio y melancolía que vuelve a surgir con ‘Cosas pendientes’ y ‘Carita de
tonto’.
Cambio de ritmo. Suenan ‘Palabra por palabra’, ‘Puede ser que la conozcas’ y antes de continuar vuelve a dirigirse al público. Comenta que en la película Monstruos S.A., los monstruos captan energía a partir de gritos de niños que les sacan a base de sustos, pero al final se dan cuenta de que hay más energía en las risas; y eso lo compara con el gobierno, que consigue la energía de los ciudadanos metiendo miedo en lugar de utilizar la positividad y la bondad de las que obtendrían más... Es el turno de ‘Necesito un país’. Escuchamos a Marwan rapear la parte correspondiente a Nach dejando claro que no solo de baladas va la cosa. ‘Ángeles’ y ‘Mi paracaídas’, dos de los temas más cargados de melodías, ritmos y sentimiento, hacen las delicias de los oyentes.
Cambio de ritmo. Suenan ‘Palabra por palabra’, ‘Puede ser que la conozcas’ y antes de continuar vuelve a dirigirse al público. Comenta que en la película Monstruos S.A., los monstruos captan energía a partir de gritos de niños que les sacan a base de sustos, pero al final se dan cuenta de que hay más energía en las risas; y eso lo compara con el gobierno, que consigue la energía de los ciudadanos metiendo miedo en lugar de utilizar la positividad y la bondad de las que obtendrían más... Es el turno de ‘Necesito un país’. Escuchamos a Marwan rapear la parte correspondiente a Nach dejando claro que no solo de baladas va la cosa. ‘Ángeles’ y ‘Mi paracaídas’, dos de los temas más cargados de melodías, ritmos y sentimiento, hacen las delicias de los oyentes.
Llega el
momento de pedir ayuda, y sube al escenario Diego Ojeda. Parecía que llevasen
toda la vida cantando juntos, sus voces encajaron a la perfección en los
estribillos de ‘Sueños sencillos’. Marwan deja el sitio caliente al recién
llegado que, libro en mano, recita ‘Mi chica revolucionaria’, poema extraído de
su último trabajo homónimo. El sincero aplauso del público hizo que cogiese la
guitarra y nos regalase un par de temas cosecha propia. Vuelven los aplausos,
vuelve el intercambio de artistas, pero queda en el aire la esperanza de que
este gran músico vuelva pronto a visitarnos.
‘Adolescente’
y ‘Canción de autoayuda’ dan paso a otro pequeño descanso musical. Y se hizo el
silencio. Tocaba anunciar el final y esperar el “otra, otra” pero debido a las infraestructuras del local y la casi
completa ocupación, Marwan se quedó en el escenario, cambió la guitarra por su
nuevo libro-disco Apuntes sobre mi paso
por el invierno y recitó. No creo que abriese el libro en una página
cualquiera ya que de su boca salieron los versos que sabía que derretirían a
las presentes. Su voz explicó el porqué un hombre elige quedarse con una mujer
y si, derritió corazones, almas y mentes.
Vuelve la
música con ‘Desde que duermes junto a mí’, la esperadísima ‘Las cosas que no
pude responder’ y ‘Un día de estos’. El final no podía ser de otra manera.
Muchas risas, cambios en los ritmos cardíacos,
sonrisas de tristeza, más de una lágrima… Y es que este hombre pone todo su
sentimiento en cada una de sus canciones y consigue trasmitirlo al público de
una manera casi embrujada.
Un llenó de sala
en una noche brutal. Lo que en un principio iba a ser un concierto más de uno
de los grandes nombres en el mundo de los cantautores, terminó siendo una
fiesta de dos horas de música, sentimiento, diversión cómplice, energía, positivismo y 'buen rollito'.
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