Chicken burritos bien chingones for a first date (RMFL)

The picking up.

Fuck Yeah. Has salido con tus colegas y lo has dado todo. Ha tenido que pasar un mes y un día, y básicamente, que no contestaras a los whatsapps de grupo, para que tuvieran que venir a desatascarte del sofá. Aunque la programación de la MTV es apasionante, te prometen más acción fuera, y bueno, ya que se han tomado el esfuerzo, no les haces un feo. Así que estás ahí, unas cuantas birras después y otros tantos gintonics. Gran panorama. Tus amigos celebrando tu reinserción social y brindando por tu soltería, todas las chicas bailando tan bien, ¿existe al menos una que no sepa? Así que ahí estás, con los párpados tan relajados que te sientes Bogart o Brando -sentimiento que desaparece en cuanto te etiquetan en FB, pero eso da igual, porque a la próxima ni te acordarás y volverás a sentirte irresistible-. Entonces la ves. Está buenísima y te está mirando. Y te sonríe. Suerte de tu amigo que lo ha visto todo, porque la reacción rápida no es tu fuerte, y menos en ese momento. Después de hablar un poco los tres, le pides el teléfono, por el whatsapp, que ya lo de llamar no se lleva. O el facebook. Lo que sea. El caso es que has triunfado, seeeeh!!!!!! Bueno, tampoco en el sentido literal, pero vaya, que ya tienes algo de trabajo hecho.  Chicken burritos bien chingones for a first date

Vamos a saltarnos la paja del whatsappeo. Consigues una cita, que es lo que importa. La cosa es que no sabes cómo irá, porque por muy bien que esté la chavala, piradas las hay a mansalva. Así que propones un sitio cerca de casa por si las moscas. Para huir de ella, digo. Pronto verás que la cercanía es muy práctica también para otros menesteres, pero es tu primera incursión en la selva del amor después de bastante tiempo. También es la primera cita, así que de momento, bien haces teniendo cero esperanzas de pillar cacho. Con lo que no contabas es con las inclemencias del tiempo. Habéis quedado en la parada del metro y diluvia. Los bares llenos, hay gente hasta en los portales esperando a que amaine. Y vosotros sin paraguas. No te queda otra que invitarla a tu casa. Para la próxima ya habrás aprendido la 4nd rule. Nada de leoneras, ratoneras ni olor a choto. La casa siempre en condiciones antes de una cita. Aunque esta vez se te perdona. 3rd rule. Siempre ten algo para improvisar una comida resultona. Esta vez lo que tienes son tortillas de trigo, una bolsita de ensalada, un tomate, un pimiento, una cebolla, una pechuga congelada, especias varias para sazonarla (lo que más rabia te dé, también puedes usar un mix que por un euro hasta en el Mercadona lo encuentras). De cutre nada, esto va hacer algo más que sacarte del apuro. Le das una toalla (prohibidas con nombre de hotel y/o que raspen), un secador y que se seque tranquila mientras bajas un momento al paki. Necesitas mayonesa y mira tú por donde, si hay Coronitas!! Ya tienes Estrellas en casa, pero chico, los detalles son los que marcan la diferencia. No te complicas más, porque ofrecerle un Margarita parecería premeditado y tú, un psicópata. Subes como el rayo y mientras se enciende el ordenador descongelas la pechuga en el micro (sí, sabemos que es malísimo y mortal, peeero) y vas cortando la cebolla y el pimiento, a tiras está bien. Lo sofríes y añades después la pechuga cortada como unos Grefusitos más o menos. Y las especias, tampoco hace falta que te pongas a macerar la pechuga, que no hay tiempo para tanto. Estás en plena acción cuando ella aparece, puntos para ti. Ahora es el momento de abrir un par de Coronitas, tú ni le preguntas, se la das directamente, mientras les sacas un tema que dé juego (normalmente hablar del tiempo estaría prohibido, pero hoy está más que justificado). Imprescindible, la música. Le preguntas si le apetece alguna en especial, por quedar bien (ya sabes que le va a dar igual), porque en tu fuero interno lo tienes clarísimo, Narcocorrido. Porque sabes la importancia de la 2th rule. Playlists listas para cualquier ocasión. Eso es lo suyo, aunque una soundtrack también puede valer, siempre que no esté muy sobada. Y atento al pollo. Y a la chica. En un plato, pones el tomate cortado a rodajas, la ensalada y si tienes, una zanahoria a tiras. En otro el pollo, que huele de muerte. Calientas las tortillas justo antes de empezar, y ya sentados cada uno se monta sus burritos. Con su mayonesa, y si hay, con su tabasco (así bebe más). El hummus también queda bien, y total, el objetivo no es hacer unos burritos ortodoxos, sino impresionar a la chica haciéndole ver lo bien que sales de -old- el paso. Tío, eres tan bueno, que en vez de olivas y patatas has puesto nachos y jalapeños (oook, son las guindillas de unas banderillas, pero quién lo sabe). Hasta hay una vela, que no enciendes porque sabes que será ella la que te lo pida. Y si no lo hace, mejor. Porque sabes que se está muriendo de ganas, pero piensa que es romántico y no quiere que la descubras. Más puntos. Vale, la cosa fluye, la conversación no decae y la música está padre, wey!! Antes de que se le acabe la Coronita, te levantas a por otra, y tienes la genialidad de ofrecerle una copa en vez de la birra. Si acepta, has triunfado hermano. No necesito explicarte la 1st rule.  O eso espero, y sino, al menos que ya no llueva y tengas una farmacia a mano.

Cómo que no tienes playlist?!? No esperabas subirla a casa hoy, así que tiras de Narcocorrido y algunas soundtracks que ya te hacen el apaño. Algunas de las que pones son:  

- Los Cuates de Sinaloa, Negro y Azul (Breaking Bad)

 
 
- El Cartel de Santa - Babo, Los mensajes del Whatsapp.

 
 
- Los Razos, Chingon de Chingones
 
 
 
- Chingon, Malagueña Salerosa (Kill Bill) 

 
 
- Control Machete - Cypress Hill, Siempre Peligroso.
 
 
 
- Movimiento Alterado, Carteles Unidos

 

- Delinquent Habits – Return of the tres
 

"Tight! Tight tight, yeah!"
Tuco Salamanca

Mary Vulcano. 

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