Llevábamos tiempo esperando material de Dinero y cuando al final aparece, nos demuestran que la espera ha merecido la pena. El pasado 18 de marzo salió a la luz 'DNR' el nuevo álbum del trío madrileño de adopción formado por Sean (guitarra y voz), Rubi (bajo y coros) y Ekain (batería). En pocas horas consiguieron hacerse con la ‘pole position’ de ventas rock en Itunes y no es para menos ya que con el adelanto de “Duelo de titanes” volvían pisando fuerte y cargados de rock.
Atrás queda el éxito cosechado con Dinero (2009) y Año Perro (2012), trabajos que dejaron claras sus señas de identidad. Ahora se embarcan en una nueva etapa de la mano de Warner Music y Tricornio Producciones, manteniendo su esencia y con 10 temas que suenan más a Dinero que nunca.
Cerrando los ojos y subiendo el volumen de unos buenos altavoces, solo faltaría el sudor del rock junto cervezas derramadas en saltos para adentrarse en la atmósfera de uno de sus conciertos. Por fin han conseguido que este nuevo álbum haga justicia a sus directos, lo que en trabajos anteriores parecía no terminar de lograrse. Pero ¿y si vuelven a superarse?, ¿y si sus bolos estallan en nuestras mentes incluso más que las grabaciones? Tendremos que comprobarlo en la gira que dará comienzo este mes y que ya tiene fechas confirmadas tanto en solitario como en grandes festivales nacionales.
Actualmente Sean, Ekain y Rubi se encuentran recorriendo España promocionando la mejor de sus mercancías y regalándo acústicos en sus firmas de discos. ¡Esto no ha hecho más que empezar!
Opinión de la autora
Cuando escuché el cd entero por primera vez, mi corazón vibraba tanto que le robaba sitio a los pulmones y me entrecortaba la respiración. Ésta se iba acentuando con cada escucha y consiguió crearme una especie de dependencia, como si de una droga se tratase, necesitando mínimo una dosis diaria de DNR. Es algo parecido a un enamoramiento musical.
Perdiendo la cuenta de las veces que volví a darle al play, no dejaba de descubrir nuevas sensaciones. Con cada tema las palabras me salían desordenadas e inteligibles incapaces de formar un texto racional.
El marcado hilo melódico del bajo de Rubi consigue entrelazar a la perfección la batería nerviosa y desenfrenada de Ekain junto al crujir de la guitarra de Sean, más teñida de rock que nunca. Y qué decir de esa voz que cuando rompe hipnotiza…
100% recomendables. Buen trabajo chicos.
Mélani Morán. (@mel_mc888)
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