OK Go, la banda originaria de Chigago, puede que no haga el mejor pop extraplanetario, ni sean modelos de marcas para púberes con el cerdito roto, ni vendan su culo en las portadas de las rotativas, pero sí hacen unos videoclips cojonudos. Su música? Estooooo, tienen unos videoclips cojonudos:
La mejor manera de definirlo; juegos retóricos visuales complejos en movimiento con perspectivas imposibles y profundidad engañosa. Para más INRI, o está muy lograda la edición, o está grabado todo el clip en un sólo plano secuencia. Más allá de lo bonico que queda, vienen a demostrar que el mundo va más allá de lo que nuestros ojos ven y que la magia existe y tiene forma de conejito saliendo de sombrero. Eso y que mi sentido de la percepción (si eso existe) ha quedado reducida a cenizas. Open your mind. Lo habéis vuelto a hacer chicos.
Bonito comercial musical de Chevrolet para intentar vender algún coche con ingenio y creatividad, algo que a menudo falta en otros clips punteros. Más complejo de lo que parece para cuadrar los tiempos y la escenografía. Me invade la curiosidad por ejemplo, ver de dónde han sacado tantos pianos y quién diablos los ha colocado ahí. También cuánta gasolina gastaron repetiendo tomas para cuadrar el vídeo perfecto. Abróchense los cinturones y disfruten del trayecto. Por cierto, no es un fake. Nada de lo que hacen es un fake.
Épico vídeo de efectos encadenados donde todo tipo de objetos cotidianos actúan con la precisión de un reloj suizo para acabar disparando contra los músicos sus colores corporativos a lo parchís. En éste sí que podemos deducir que han necesitado unas cuantas tomas para que funcione, ya que comienzan el vídeo todos manchados de tinta. Seguramente agotaron las reservas de trajes blancos de pintor y el Leroy Merlin más cercano ya habría cerrado sus puertas… Ay, si Rube Goldberg levantara la cabeza, esbozaría seguro una gran sonrisa. Si Marron del Hormiguero levantara la cabeza seguro que también sonreiría, pero más feo y con más cara de loco.
Con éste en particular ganaron un EMI. No hace falta tampoco mucha explicación; cuatro tíos, una coreografía facilonga y unas cintas de correr. Resultado inmejorable e inversión cero, más rentable que la beca de Jordan Belfort. Debo admitir que más que el talento musical de los músicos de Chicago, admiro su memoria para recordar tres minutos de movimientos cronometrados.
Saqueo a Ikea y perros amaestrados, ¿cómo no se le había ocurrido a nadie antes?. Brillante. Y mi preferido, la cabra que sale en el 2:50. Aseguran que ningún animal ha sido dañado durante la realización de esta película. Bueno, excepto Ariel, que comió algo en mal estado y estuvo dos días con gastronterítis.
Ahora dime, sabrías tararear un sólo fragmento de las canciones que acabas de escuchar? Bienvenido a OK GO.
Viyano.
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