Carlotta
Cosials y Ana García Perrote cogieron guitarras y carretera rumbo a la playa
hace cuatro años. Así decidieron formar un pequeña banda que comenzó únicamente
haciendo versiones hasta que, hace apenas dos años, se atrevió con dos
canciones propias, “Bamboo” y “Trippy Gum”. Se dieron cuenta de que si querían
seguir componiendo necesitaban un bajo y una batería, y entonces aparecieron
Ade Martín y Amber Grimbergen. Cuatro madrileñas jovencísimas (19-24 años) dan
forma a Hinds (fka. Deers) desde entonces y con sólo cuatro temas ya se puede
decir que prácticamente han dado la vuelta al mundo de escenario en escenario. Son
divertidas, cañeras y naturales y tienen muy presente una cosa: lo que hacen,
les encanta. Se las enmarca en el resurgir del rock garaje con fuerza y soltura
y un sonido que evoca a bandas como Black Lips o The Strokes, han arrasado en
Tailandia, EE.UU y Australia y ahora están trabajando en su primer álbum.
¿Cómo
y cuándo empezó todo?
Carlota. El Hinds que conocéis ahora empezó el 26 de abril del año
pasado, que fue el primer concierto de las cuatro juntas y…empezó muy bien, la
verdad.
¿Y
es que antes había otro comienzo?
Carlota. Sí, sí. El día que surge la idea de crear una banda estábamos Ana
y yo y fue hace unos tres o cuatro años que empezamos a tocar la guitarra en un
viaje y dijimos “Venga, ¿por qué no hacemos una banda?”. No componíamos, sólo hacíamos
covers. Entonces luego, hace año y medio empezamos a componer. Grabamos las dos
primeras canciones, Bamboo y Trippy Gum y hablamos con amigos y según fuimos
grabando nos dimos cuenta de que nos hacía falta bajo y batería y decidimos
ampliar el grupo. Así entramos a ser el Hinds que conocéis ahora, creo que
justo dos meses antes del primer concierto.
¿Qué
ha supuesto Hinds para cada una de vosotras?
Ana. Un cambio radical en mi vida. Literal. Ahora mismo nos dedicamos
en el 95% a esto y digo el 95% porque es el tiempo que estamos fuera. Cuando
venimos a Madrid además estamos haciendo entrevistas o lo que sea. Lo ha
cambiado todo.
C. Sí.
Ana. Todo y para bien.
(Todas
se miran y se sonríen)
La
prensa española os suele presentar como ‘Hinds, la nueva banda madrileña’, pero
después de haber estado varios meses de gira por EE.UU, Oceanía y Asia en tan
poco tiempo, ¿de dónde os sentís realmente?
C. De Madrid. No te puedes imaginar cuánto. Cuanto más viajamos,
volvemos a Madrid y es: “Dios mío, San Idelfonso. Qué plaza, qué bonita es”. De
verdad que Madrid nos gusta muchísimo, muchísimo.
Ana. Yo creo que se nota mucho el contraste con la gente. Nos
sentimos de Madrid porque nos damos cuenta de las diferencias con la gente, o
sea, ni para bien ni para mal. En Australia nos parecía que estaban locos, en
Asia nos cuidaban demasiado… hay una diferencia clara.
Sonáis
muy distinto a lo que el oído musical nacional está acostumbrado y quizás
estáis más cerca de la música inglesa o norteamericana pero ¿cómo definiríais
vosotras el sonido que hacéis?
C. Yo creo que es un sonido sincero, lo-fi por los medios que hemos
tenido hasta ahora y porque en general somos lo-fi. Incluso este bar, ¿sabes? (nos dice mirando alrededor entre risas).
Y creo que es…
Ana. Hay una actitud “garajera”
C. Sí. Es… (hace una pausa)
alegre. Sí, no sé. Yo creo que sobre todo tiene mucho más qué ver con eso, con
que no pretendemos nada. No engañamos a nadie. Sabemos hacer estos acordes o
los punteos, nada es para fardar. Muchas veces en el mundo de la música hay
punteos que, también molan, pero son de “mira
como me la marco, mira que bueno soy” y nunca hemos cogido ese camino por
cómo hemos ido evolucionando. Hemos aprendido a tocar la guitarra según íbamos
tocando más y eso se refleja bastante en las canciones porque son de “mira, hago esto porque me gusta cómo suena”
y no para fardar.
Parecéis
un grupo muy unido, ¿a la hora de componer es también así o más bien cada una
se ocupa de lo suyo?
Ana.
Somos un único grupo para todo. O sea, nos tiene
que gustar a todas. Si no, no avanza ni tiene sentido.
C. Compartimos incluso la lyrics, que las hacemos Ana y yo. Yo no
estoy en mi casa y cojo una libreta y escribo todo y luego la canciones son así.
Es algo de las dos; de ver si vamos por aquí o si intentamos que vaya por otro
lado luego. Es todo como muy abierto. Hay comunicación todo el rato, no es una
cosa de compongo en mi sofá o al lado de la hoguera.
Sobre
todo durante los últimos meses que habéis estado de gira teníais que componer
para grabar ahora el álbum. ¿Cómo habéis llevado esa gira tan grande y con
tantas cosas a la vez?
Ana. Muchas úlceras. Nos hemos agobiado mucho. Ha sido un año
maravilloso pero maravilloso porque hemos ido a contra de la salud. O sea, imagínate
llegar de 20 días de gira y al día siguiente estar componiendo y al día
siguiente otras mil cosas que hay que hacer para que esto siga. Hay mucho,
mucho, mucho trabajo a parte de tocar y componer y lo hemos tenido que llevar
así. Como tampoco queríamos estar con ninguna discográfica y nos gusta llevarlo
todo a nuestra manera, eso conlleva que luego no tengamos tiempo.
La
última canción que habéis sacado de hecho ha sido este mes y es además una
versión de Davey Crokett de Thee Headcoats. Contadnos un poco más de esto.
Ana. En realidad parece que lo hemos hecho ahora pero es una canción
que lleva grabada ya casi un año, en junio hará un año, en nuestro primer
concierto de Londres. Es que Carlota además es actriz y grabó un spot para
Estrella Damm, el típico del verano, con los Vaccines, que era el grupo que
tocaba para el spot, y entonces se conocieron y justo a la semana siguiente tocábamos
nosotras en el concierto. Llegamos a Londres y justo nos escribió el
guitarrista de los Vaccines diciendo que nos había escuchado o algo así, ¿no?
C. Sí, que le habíamos recordado un poco a Billy Childish, a los
Headcoats, a las Headcotees y todo eso y dijo: “¿Por qué no grabamos esta
canción?” Él tiene un estudio allí en Londres, se lo dije a éstas y nos
aprendimos la canción. La grabamos en un día y salió eso. Molaba mucho pero no sabíamos
muy bien qué hacer con ella porque estaba un poco descolgada.
Ana. Se nos ocurrió lo de los Parrots. Somos muy amigos y como más o
menos somos del mismo tipo de musica y a ellos les encantaba la canción y a nosotras
la suya, que es All my loving, era la situación perfecta.
¿Qué
diferencia notáis entre tocar en Madrid o en España en general, por los
festivales que tenéis ya confirmados, y tocar fuera?
C.
Yo creo que en España son más exigentes. O sea,
todavía con nosotras, al ser un producto español que encima estamos saliendo
por ahí, es como un “Venga, a ver, enséñame qué tienes para haber salido a América”.
No se nos mira con ojos limpios, sino que se va con muchos prejuicios y
expectativas que en América no, en Australia no y en Europa no. Allí es más
“Jo, que guay estos tíos que vienen de no sé donde y van a tocar aquí y cómo me
gustan”. Fin de la historia. Aquí es más bien “Mmm ¿qué hay detrás de todo
esto?”, como que nos miran un poco más con sospecha. Pero cada vez menos y eso
es súper guay porque nos lo estamos ganando.
Ana. Yo me estoy dando cuenta de algo que me da rabia y es que somos
más grupo de sala que de festivales y en España la mayoría de lo que hacemos
son festivales y fuera son salas, como en nuestros conciertos de gira. Y eso me
da muchísima rabia porque lo que se nos da bien es estar cerca, con alguien que
me vea la gota de sudor, que se pueda subir al escenario, que nosotras podamos
bajar y gritar, comunicarnos, etc. Mucho más personal que en un festival donde
estás con cuatro puertas así (explica
mientras extiende los brazos para indicar lo grande que son los seguratas del
escenario) que te separan de todo.
C. Claro, sí, sí. Gorilas, guardaespaldas.
¿Os
sentís más cómodas tocando en España o fuera?
Ana. Hasta el pasado domingo, sin duda te hubiésemos dicho que fuera
pero dimos un concierto con los Parrots en la Sala El Sol y fue la hostia. De
verdad creo que fue el mejor concierto que hemos dado.
C. Fue increíble. Estuvo súper bien.
Ana. La gente gritando, saltando, subidos a hombros.
C. Todo el mundo con un sonrisa de oreja a oreja.
Ana. Imagino que por estadística tiene que ser fuera pero el único
bueno ha sido en Madrid. Para mí fue el mejor.
¿Se
os ha quedado la espinita de no tocar en algún sitio?
Ana. No, no, si es que llevamos un año, ¿qué espinita? Todo nos queda
por pasar. Todo lo que nos puede pasar me emociona porque creo que lo podemos
conseguir.
¿Tenéis
alguna expectativa sobre el álbum y lo que queda de verano?
Ana. Demasiadas, tenemos unas expectativas muy altas de todo. Lo de
la presión y eso ha llegado ahora que tenemos el disco grabado y es “Uff, ¿esto
debería estar más alto?¿Esta canción primero?¿Esta después? La interpretación
de la voz, las fotos..”
Cuando
empezasteis, ¿os imaginabais estar así?
C. Ni de coña. Imposible. Nuestro planning cuando empezamos era..
Amber. Buah, Salamanca, Guadalajara, menudos conciertazos.
C. Sí, sí, era eso. Venga, vamos a tocar las canciones dos veces
porque sí, porque estamos fuera.
Ana. De todas formas yo creo que nadie realmente se lo espera. Es
decir, a menos que seas Britney Spears y te digan “Venga, este mes vas a hacer
esto y esto” ningún grupo se espera el éxito, ni en esto ni en nada.
C.
Claro, porque no hay nadie detrás que diga que
este mes vamos a ganar tanto y tanto.
Ana. Bueno, incluso yo imagino que Lori Meyers tampoco sabrían nada
al principio, ni Vetusta Morla ni nada.
Ya para terminar, quiero que hagáis una invitación
para que os escuchen la gente que aún no han escuchado nada de Hinds.
Ade. Si te gusta el
surf, te gusta Hinds. (Todas se rien)
C. Sí, todo el mundo
es bienvenido. Qué difícil, es que no sé. Nada, si es que al final todos
buscamos pasar un buen rato, ¿no?