18/04/2015. Teatro Barceló, Madrid
Tres años después de
Ciencias Celestes, Carlos Sadness regresa con
La idea salvaje. Como en sus trabajos anteriores, las letras destacan por la sensibilidad y nos conducen esta vez por un viaje hacia el espacio, hablando de distancias, coordenadas y búsquedas desesperadas que se combinan con un sonido más guitarrero en las que asoman también ritmos tropicales y caribeños, frescos y divertidos. El barcelonés acercó así por unas horas el verano a la noche del sábado en Madrid, con el cartel de
sold out colgado en la puerta del Teatro Barceló.
El artista subió al escenario con una banda muy especial que le acompaña en esta gira presentación y en la que se encuentra un gran amigo a la guitarra, Sergio Sastre (Miss Caffeina). El concierto comenzó con una puntualidad destacable y tal vez por el relativo poco tiempo que lleva
La idea salvaje sonando (17 de febrero 2015), tal vez por miedo a que la gente no supiera las nuevas letras, a lo largo de la noche Sadness interpretó también bastantes temas antiguos. A pesar de todo, las voces del público -unas más graves, otras más agudas, mejores o peores- se unían con fuerza en cada canción como si
La idea salvaje llevara mucho tiempo entre ellos pidiendo ser compartida a pleno pulmón. Aquello que decían sobre que Carlos Sadness sólo mueve a un público adolescente quedaba desmitificado: la antigua Pachá acogía a un público heterogéneo dispuesto a hacer saber que el artista tiene un lugar consolidado en el panorama del indie nacional.
Hubo tiempo para todo. Abrió la noche esa electricidad que caracteriza el "universo Sadness" con "El gran momento" y le siguieron en la misma línea "Perseide", "Celeste" y "Sputnik (El día que dejaste la Tierra)", aunque también hizo un hueco para esos más tranquilos y profundos, como "Días impares", canción en la que hizo un guiño al barrio de Malasaña. Bromas con Juego de Tronos, largas melenas y coletas estuvieron incluidas entre canción y canción. Siguiendo más o menos ese orden alterno entre disco y disco y ritmos más lentos y otros más punteros, nos trasladamos hasta la feria de botánica, llegamos a la cima del Tibidabo, esperamos con ilusión a Santi Balmes en Japón y aclamamos a Zahara mientras entonábamos efusivamente "Au revoir" -aunque no apareciera ningún invitado-. Enloquecimos con "Miss Honolulú", "Bikini" y "Hoy es el día" casi tanto como nos emocionamos con una pedida de matrimonio en directo mientras el cantante les dedicaba a la pareja "El día que volviste a la Tierra".
Desde la primera frase de "El gran momento" hasta la última de "Monteperdido" (cierre del concierto) Sadness se hizo con la sala y, como dice la letra de "Qué electricidad", tema que tampoco podía faltar, "vaya conexión". Diría que este podría ser un buen resumen en tan sólo dos palabras de la noche del sábado.
Texto y edición por Laura Laplana
Todas las fotos
aquí.
No hay comentarios:
Publicar un comentario